Este fin de semana de 20 de Junio, a las puertas del la entrada del Verano, la ruta se llevará a cabo por el CECA de Navalmoral de la Mata. El club proponía la actividad para este último día de primavera realizar “La Ruta de la Guía”, que nos llevaría desde la población de Navalonguilla (Ávila) hasta Madrigal de la Vera (Cáceres),atravesando para ello toda la cuerda de la montaña.

Lugar de Inicio: Iglesia de Navalonguilla

Distancia total: 28 Km

Desnivel acumulado: 1800 m

Duración prevista: 9 horas

Después de una noche de cena intensa en la Localidad del Raso (Candeleda), en el restaurante “Ropino”, lugar que viene siendo habitual como apoyo para coger fuerzas, y de más de un segoviano de vuelta nuestro pueblo, empezamos el día temprano a las 7 horas para reunirnos con nuestros compañeros del club de senderismo en Navalmoral de la Mata, para dirigirnos hasta la localidad de Navalonguilla en un minibús, creo que las dos horas que nos “chupamos” hasta nuestro punto de partida a más de uno le recordó que el día antes de una ruta de 28 km y clasificada como dificultad “alta” más vale acostarse tempranito y tomarse un colacao.

El autobús nos dejó en una calle de la localidad, que por poco más y no cogía, la verdad es que estos pueblos de Ávila son preciosos… Nos pusimos andar en una Iglesia tapiada en el pueblo siguiendo una pista que iba buscando las primeras subidas hacia la cuerda de la montaña, donde al poco rato nos encontramos con un Roble centenario, el que hicimos parada para sacarnos una foto todo el grupo.

Un poco más adelante la pista se corta y empezamos a seguir un sendero marcado ya por hitos, que seguía internándose por una explanada llena de helechos, poco más adelante la pista empezaba ya a “zigzagear” para ir cogiendo ya altura. El sendero subía con bastante inclinación pero con las ganas que teníamos de ver los famosos hitos gigantes, fuerzas a tope. Echamos mirada atrás y teníamos una fabulosa vista de la sierra de Bejar, con las cumbres todavía con bastante nieve, delante nuestra por una canalilla bajaba la “Garganta del Piensillo”.

Poco más de subida y ya empezamos hacer prácticamente casi cima de la cuerda, esperando de vez en cuando para no separarnos demasiado de nuestros compañeros del CECA. Miguel y yo hicimos un alto para contemplar las vistas y de paso sacar alguna foto; a nuestra izquierda teníamos unas pedragueras y a nuestra derecha la sierra iba siguiendo la cuerda, marcando lo que más adelante se convierte en el puerto de Tornavacas.

 

Siguiendo un sendero durante todo el rato claramente marcado llegamos a la pared de piedra que divide los términos municipales de Bohoyo y Navalonguilla, al ver la perfecta pared de piedra que levantaron empiezas a pensar que uno andando por aquí hace el tonto comparado con el trabajo que tuvo que costar dibujar esa gran muralla, que más adelante tendríamos que andar por encima de ella ya que los piornos estaban muy altos.

Siguiendo la pared de piedra nos empezamos a encontrar los primero Hitos Gigantes del Camino de la Guía, poco más adelante cogemos un sendero marcado por estos hitos el que estaba desbrozado de los piornos que nos encontramos más atrás. Llevándonos el camino hasta el “Mojón Altillo”.
Al llegar al cordal principal y al “Casquero de Peones” vemos la largar pared de piedra que separa las provincias de Ávila y Cáceres,  a partir de aquí nos encontraremos en poco rato con 1800 metros de bajada.

Pero para la disposición que llevaba hoy (pantalones cortos) mi sorpresa es que más adelante empezamos a darle duro al deporte preferido en Gredos “Piorning”, que me dejaron las piernas que a día de hoy me sigo acordando de las risas de mi amigo David. Este camino entre piornos nos llevaría directos hasta la cuerda de “Los Pelillos”.

Desde la cual ya podíamos ver a nuestra izquierda el valle de la Garganta de Alardos, la zona de la Garganta Tejea y de fondo las nubes nos tapaban al morito Almanzor.

Desde la cuerda empezamos la bajada, en la que hicimos un alto para comer en unos pedregales desde los que se podía ver por nuestra derecha “La Covacha”. Desde ahí una larga bajada por una pista que nos lleva a la “Majada Somera”, donde encontramos otro roble centenario.

 

Desde esta majada ya se ve claramente Madrigal de la Vera, aunque todavía quedaría un rato de larga bajada por las pista y algunas veces campo a través, de zarzas y retamas altas hasta llegar a unas pistas con jaras a cada lado que conectan con la parte más norte / occidental del pueblo.

La Mujer Muerta
17:01 | Author: Ruben

Este fin de semana mis compañeros de aventura estaban cada uno por su lado, así que tocaba ruta por la sierra de Madrid, y más concretamente por la Sierra del Guadarrama. Mirando algunas guías decidí por hacer una circular descrita en el libro de “Senderismo para Masoquistas”, además que por diversas razones esta ruta ya la había empezado otras veces pero sin poder terminarla. La previsión para el Sábado era genial, solamente no encontraríamos bastante calor en nuestra ruta,  lo que me hizo con contar con bastante acopio de agua para el día.

Lugar de inicio: Área recreativa “La Panera” (El Espinar – Segovia)

Distancia total: 22 km

Desnivel Acumulado: 1785 m

Duración prevista: 8h 30 min

Una vez llegado a las piscinas naturales de “La Panera” deje el coche en el parking que hay un poquito más adelante, inicié mi andadura unos metros por la pista asfaltada hasta encontrarme con una bifurcación a la derecha marcada como “Senda del Arcipestre” en la que habría que cruzar una cancela.

Subiendo por una pista de tierra dejando el bosque de pinos a mi derecha llegué de nuevo a un cruce de caminos en el que la senda del arcipreste discurre por la derecha y nosotros deberemos seguir por la izquierda atravesando un valla en la que prohíbe el paso de 1 de Julio al 30 Septiembre, creo por el peligro de incendios, que sepa si te coge el guarda la primera vez se limita a tomarte nota la segunda te multa, la verdad es que no se a quien se la habrá ocurrido meter en el mismo saco a montañeros que a domingeros. Pasado la valla salen 4 caminos; 1 izq, 1 de frente, 2 a la derecha, nosotros cogeremos de ambos de la derecha el que está más pegado a la derecha, que discurre a lo largo de un vaya metálica.

Seguimos por esta pista que más adelante empezará a coger una pendiente bastante fuerte además de muchas piedras con gravilla que hacen de la subida bastante dificultosa, continuamos con fuerzas hasta alcanzar “La Peña del Cuervo”, desde la cual se puede ver gran parte de Madrid así como del trazado que vamos a ir discurriendo a lo largo de la ruta.

Seguimos por el sendero y en un rato alcanzaremos “La Peñota”, subido desde el punto geodésico podemos sacar unas buenas instantáneas, además ya podremos ver cuál será nuestro siguiente pico “El montón de trigo”. Antes de alcanzar la Peñota, la senda cizagea a lo largo del muro que iremos encontrando.

De la peñota alcanzaremos la “Peña el Aguila” a través de nuestro GR que vamos siguiente, desde la cual ya podemos ver con total definición la silueta de “La Mujer Muerta”,  el “Montón de Trigo” con el “Cerro Minguete” por delante. Iniciamos el descenso hacia el “Collado de Marichiva”, en el cual hay que cruzar al otro lado del muro y seguir junto al mismo más o menos en dirección Norte, para ir subiendo hacia “Cerro Minguete”.

La subida a “Cerro Minguete” entre el calor y las prisas por que la ruta era larga, se hizo un poco dificultosa, parándome de vez en cuando para beber, de hora iba bastante bien asi que decidí comer una vez hecha cima el “El Montón de Trigo”. Alcanzado el cerro minguete la senda se pierde un poco pero siguiendo una valla metálica caída se puede seguir por el cordón de la montaña hasta una majada, momento en el cual la senda se vuelva a marcar más, empecé la ascensión para el Montón de Trigo.

Las vistas son una pasada, se puede disfrutar, desde el Peñalara, la bola del mundo y todo el recorrido que llevamos hecho y por el que hemos ido discurriendo. Así que me quedé disfrutando y comiendo mirando en dirección hacia el oeste ya se podía ver claramente el camino por el cual debería bajar para luego subir a “La Pinareja”.

Terminado el almuerzo me puse a toda caña a bajar directamente por el pedregal para alcanzar el camino en el “Collado del Tiobarra”. La subida a la Pinareja discurre por otro pedregal y la pendiente es bastante amable, desde la cima se ve parte de la provincia de Segovia.

Tras dejar la Pinareja, me dispuse a dar caza a “La Peña el Oso”, la cual tenía ganas de alcanzar para sacarme la fotito correspondiente con la estatuilla del osito que tiene. Alcanzada la cima hice un pequeño alto para disfrutar de las vistas ahora completamente enfrente de la Peña el Águila podía ver por donde había ido viniendo, una pasada la verdad… en el fondo del valle un par de pantanitos pequeños… todo completamente verde y el piorno amarilleando.

 

Tras abandonar “La Peña el Oso“ puse el descenso para el “Puerto del Pasapán”, ultima cima de nuestra ruta, la verdad es que a estas alturas estaba bastante cansado ya y el agua empezaba a escasear, además me di cuenta que iba bastante adelantado, supongo que serían la prisas por si la ruta se hacía bastante larga.



Del Puerto del Pasapán ya es todo bajada hasta encontrar una pista que se desdobla a la altura de un cartel metálico, nosotros deberemos coger el camino por la izquierda, pero para ahorrar la primera ese de la pista, en frente del cartel por nuestra desviación vemos unos hitos de GR que nos bajarán directamente a la pista. Una vez en ella continuaremos hasta un desvío en el que el GR que estamos siguiendo se va por la derecha el cual deberemos seguir.

La pista continua descendiendo, y ya a estas alturas con el cansancio de los 22 km en los pies empieza hacer mella además el prolongado descenso se hace bastante incómodo, continuamos y la pista saldrá por detrás de la casa del guarda poco antes de la vaya con el cartel de prohibición que describimos al principio.
De ahí de nuevo hacia el aparcamiento y una vez en el, metí los pies en el agua fría porque la verdad no podía ya más además si lo me hubiera traído el bañador por que las piscinas ya estaban abiertas. Mirando el reloj me di cuenta que había tardado 8 horas parando, y en la guía se describe en 8’30 horas sin paradas… Sin palabras.

Esta actividad como todas las últimas que estamos haciendo en principio estaba pensada totalmente distinta, empezaríamos en Navalperal subiendo por la senda que lleva a “las cinco lagunas” probar el material de invierno, y dormir en el refugio del “Chozo de la Barranca”, en definitiva un fin de semana tranquilito para conocer un poco más de nuestra sierra.

Pero a falta de unas dos semanas David y yo decidimos cambiar pequeños matices, el Chozo de la Barranca por el Refugio Elola; para el primer día sería Navalperal – Cinco Lagunas – Portilla del Rey – Refugio Elola, y para el segundo día vuelta turística por el circo y caminito de la plataforma por los “Barrerones”. Al cabo de unos días Jose Antonio alias “Abuelobike”, propone que el segundo día hagamos una aproximación al Almanzor, nadie se imagina hasta aquí que subiríamos al Moro Almanzor por la “Portilla del Crampón” en invernal totalmente, quien  me lo diría…

Día 1:

Sábado 29 de Mayo después de dormir deprisa y con nervios esperando a que el despertador sonara, David y yo ponemos rumbo a  Hoyos del Espino para reunirnos allí con nuestro otro compañero; primero como manda el buen deber tomaríamos un desayuno contundente para afrontar el largo día que se nos presentaba por delante. Tras el cual fuimos directos a la plataforma de Hoyos del Espino a dejar uno de los coches, al llegar ya había gente preparándose para asaltar el circo de esta posición. Después de haber cogido todas las cosas pusimos rumbo esta vez con el Clio rumbo a Navalperal, la moral estaba por los aires, David iba gastando todo el rato bromas por el camino, pero al llegar Navalperal nos damos cuenta que no hemos cogido mis crampones que Abulobike había estado preparando y nos los habíamos dejado en el otro coche… Vuelta a la plataforma y otra vez para Navalperal, el caso que cuando nos pusimos a funcionar las 10’30, buena si no llega a ser por el calor…

El camino en principio se presentaba amable, vistas preciosas todo verde, además de la garganta del “Pinar” que nos iba acompañando. Más avanzado el camino divisamos al fondo ya el Chozo de la Barranca, estaba a tope de gente, cuando llegamos una familia estaba haciendo el alto para recuperar fuerzas, nosotros también optamos por lo mismo, porque justo detrás teníamos nuestra primera prueba unas zetas muy majas.

Después de coger fuerzas emprendimos nuestro camino, al cabo de un rato cuando la “carburación” como dice nuestro amigo David estaba empezando a funcionar llegamos a la “Laguna de Majalaescoba”, las vistas eran preciosas cascadas más atrás, este año es pasada la sierra, a causa de las generosas nevadas las gargantas bajan por todos lados desbordadas y se puede ver como de las alturas caen imponentes cascadas de agua, que bien se distinguen a lo lejos. A nuestra derecha pudimos contemplar las vistas hacia el “Risco de las Hoces” (2176m) y un poquito más adelante el “Rico del Fraile” (2273m).

A más de uno le entro la duda de donde estaba las cinco lagunas, ya que en el valle en el que estábamos no las veíamos solamente teníamos por delante de la Hoya de las Berzas, pero Jose Antonio que se las sabe todas, empezó la primera ascensión al valle de nuestra izquierda donde ya sí al subir encontramos la primera laguna “Laguna Bajera”, la vista era preciosa las lagunas estaban en proceso de deshielo, y la nieve ahora sí que empezaba fuerte, asi que paramos y nos pusimos el equipo, que para sorpresa de nuestro amigo David, sus dos crampones eran del mismo pie, los apañamos cambiando la lengüeta para luego otro día ir a darles un tirón de orejas a los de Makalu.

Bordeamos todas las lagunas, vaya vistas es impresionante lo que está durando la nieve este año, llegamos a la última Laguna “Cimera”, casi completamente helada salvo en su parte más baja donde ya estaban rompiendo los tempanos de hielo. Eran las más o menos las 15h y el hambre arreciaba pero decimos prolongar un poco más el tiempo del almuerzo para subir la “Portilla del Rey”.

Lo dicho pusimos subida por la portilla donde ya tiramos de piolet, primera portilla buena completamente nevada para mi, y el derroche de fuerzas fue impresionante, a mitad de la portilla decimos darle a los piolets un uso diferente… Tuvimos que hace una trepada entre roca y un poquito de verde que había, y así que usamos el piolet para clavarlo en la hierba y ayudarnos de él para subir… curioso, pero funcionó! Ya casi coronada la portilla las fuerzas cada vez se mermaban más y decimos hacer un alto para tomar aire, recuperados un poco ascendimos nuestros últimos metros y conquistada cima, bajamos directamente por la canal en vez del camino que estaba dibujado, que más de uno lo bajo en plan tobogán.

Ahora sí el alto del almuerzo entre risas y alguna que otra caidilla por la canal lo hicimos en el “Gargatón”. Tras el cual iniciamos el descenso ya con ganas de llegar al Elola, y disfrutar de esas cervecitas tan ricas que sirven. El camino esta vez discurrió garganta abajo hasta la “Majada del Gargantón” y después por nuestra derecha cruzando la garganta, tarea que no fue fácil por el generoso caudal con el que bajaba, hacia el “Collado del Gargantón” para después bajar directos a la laguna grande haciendo algunas zetas.

Al llegar a la “Laguna Grande” las vistas del circo eran fabulosas, esta todo completamente nevado, podíamos ver los “Los Tres Hermanitos”, “El morezón”, “El casquerazo”, “El cuchilla de las Navajas”, “La Portilla Bermeja” y “El Almanzor”, que nos miraba acechantes cuando todavía no podía imaginarme que al día siguiente sería yo quien miraría desde su cima.

Con más ganas de tirar las botas y disfrutar de la cena llegamos al “Elola” donde había un montón de gente que ansiaba también por disfrutar de la cena que nos marcamos (sopita y filetes) y después charlar cada uno sobre el día que habían hecho, nosotros nos quedamos después debatiendo si la portilla por la que subimos había sido la de rey u otra... Poco después sobre las 22’00 horas nos fuimos a nuestras camas, y al llegar descubrimos david y yo (jose Antonio decidió hacer un vivac fuera del refugio… que envida que vistas) que el día no se había acabado porque nos habían dado el 3º piso de literas… última actividad del día, a falta de la sinfonía de ronquidos de la noche.

2º Día:

Cansados del día anterior fuimos los últimos en levantarnos de nuestra habitación, sobre las 7’30 h de la mañana, bajando a desayunar para poner camino a nuestra “aproximación al Almanzor”. A las 8’30 h empezamos a caminar directos a la portilla Bermeja. De camino a más de uno las fuerzas derrochadas en el día anterior hacían mella, de camino a la primera subida.

Poco antes de la primera subida fuerte decimos parar para calzarnos los crampones y empezar la aproximación, la cual poco a poco se iba convirtiendo en una subida invernal en toda regla al Almanzor.

Enfilamos la portilla del crampón donde nos encontramos a tres chicos uno de ellos Mexicano que el tío crack había estado en Rusia haciendo cumbre y por otras del mundo, así que decimos unirnos a él para así ayudarnos de su experiencia. Jose Antonio se adelantó un poco y yo detrás de él colocándome el segundo, impresionantes las vistas cuando cada vez la subida por la portilla se empinaba más y más, hasta llegar un punto en los últimos metros en los que se hacía completamente casi vertical la ascensión.

Por fín dí mi último suspiro y con él, el último paso a la portilla donde Jose Antonio estaba esperándome con alegría. Paramos para esperar al resto de personas que venían detrás y subir juntos al pico geodésico, las vistas eran geniales si mirabas para detrás se veía la caída hacia la parte sur por las “Canalas Oscuras” y el “Cuerno del Almanzor”. Poco después iniciamos la trepada para la cima, que algunos puntos se hacía un poquito complicada… pero las fotos que nos esperaban merecían la pena.

11’30 h de la mañana, primera cima 2593 m, vistas a todos lados impresionante, tranquilidad absoluta y una alegría que desborda por todos lados, foto obligatoria.

Estuvimos media hora en el pico, y pusimos la directa para descender hasta la portilla, el descenso era un pelín más complicado que lo que me había costado antes, pero despacito llegue, la bajada por la Portilla del Crampón, fue un poco más incómoda, mi novatez a la hora usar y de asegurar con el piolet, me estaba costando, pero al final conseguimos descender poniendo rumbo el Refugio para recoger las cosas, pagar, cervecear y directa a los barrerones y más concretamente a las orejas que nos estaban esperando en Navalperal.

Al final de nuestro camino, pudimos ver varios machos que se os acercaban con más hambre que otra cosa. El fin de semana asido genial, todo, no puedo decir que nada me disgustase, las vistas han sido extraordinarias, y mi primera invernal!! A finales de Mayo, que ganas de que sea Diciembre otra vez!!